"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

sábado, 25 de abril de 2015

EL TELETRABAJO Y EL MIEDO A PERDER EL CONTROL

"Dentro de treinta años, cuando la tecnología avance todavía más, la gente mirará atrás y se preguntarán por qué existían las oficinas"

Richard Branson.
 Fundador del grupo Virgin

Debido a la famosa etapa de mi vida autodenominada como "dulce transición" me ha tocado vivir un par de días por semana, de un tiempo a esta parte, en una oficina improvisada y totalmente dedicada al tele-trabajo. 

Podemos decir que aunque por costumbre entendemos que lo mejor es trabajar en la oficina, una vez que tocas la otra forma de trabajo y analizas el avance de la jornada puedes llevarte una grata sorpresa. Por lo menos a mí, me ha dado grandes alegrías, a la vez que he ido descubriendo verdaderas ventajas derivadas del trabajo a distancia.

Si es verdad que no está teniendo una rápida adopción, y además siempre está el que te cuestiona que si es algo tan bueno, ¿por qué no se ha incorporado antes a nuestras vidas? Esto tiene bastante fácil explicación, o al menos eso creo yo. En cuanto al tema de la velocidad es debido a nuestra inercia a no cambiar nada, o casi nada de lo que hacemos. Somos animales de costumbres, y salir de nuestros hábitos significa molestia, y una ingrata adecuación con algo de sufrimiento. Por tanto, ya sabes, "más vale lo malo conocido..." Por otro lado, el momento posible de incorporación no lo ha decidido el humano porque sí, sino que ha sido posible el planteamiento sólo cuando la tecnología lo ha permitido.

La tecnología actual nos permite acceder y contratar a las personas más idóneas al puesto, con mayor talento y no sólo a las que viven en un radio de 25 kilómetros de distancia. En este caso de corto recorrido se produce lo que llamo "el efecto Lezama", que parte de la base que somos genios generando cantera, pero siempre, en todo caso hace falta algún refuerzo en determinados departamentos que tienen que ser fichados desde otras lejanas tierras, a veces a golpe de talonario, aunque duela.

No debemos olvidar, por importante, el aumento de productividad derivado de la eliminación de los desplazamientos, la ausencia de parones por decisión de esos compañeros que comparten chascarrillos, cigarrillos y más...

Hay quién define la oficina como "una fábrica de interrupciones", lo cual no permite en la mayoría de los casos el típico escenario de trabajar en cuestiones creativas a solas con nuestros pensamientos.

Volviendo al tema de los desplazamientos, si por término medio nos desplazamos al puesto de trabajo una media de 400 horas al año, ¿se imaginan la cantidad de registros, informes y más podemos realizar en ese tiempo evitando incluso las famosas interrupciones "salsa rosa" de la oficina?

A día de hoy tenemos suficientes herramientas para realizar un trabajo en equipo sin necesidad de estar viéndonos la cara minuto a minuto; como ejemplo podría citar, a botepronto herramientas para realizar reuniones en grupo, asignar tareas, realizar seguimiento  a los trabajos, fijar calendarios, compartir informes, tomar decisiones, archivar en nuestro Pc, archivar en servidores comunes, etc...

Dejemos que la gente trabaje desde su casa de campo, feliz y contenta. Ahorremos en oficinas, luz, agua, mobiliario y además, ayudemos a nuestros empleados a que ahorren combustible, lo mismo así hasta aguantan sin esa subida salarial, que no llega últimamente, un par de años más.

Y para los jefes que enfoncan todo su miedo a perder el control; CONFIANZA, con mayúsculas, recordad que somos directivos y no canguros. Tenemos adultos a nuestro cargo; debemos y ellos quieren que se les juzgue por el trabajo realizado (en cantidad y calidad justa y necesaria) y no por dónde se realiza. Tenemos que buscarnos trabajo por nuestra cuenta, dirigir y comprobar el avance del trabajo delegado y no estar continuamente molestando a los nuestros.

Cuantas veces hemos oído: "hoy sí me ha cundido en el trabajo, no he parado gracias a que el jefe estaba de viaje y no ha pasado por la oficina".

Para terminar, unas notas a cuidar que nos ayudarán a no acabar peor de lo que estamos:

- Atención con el exceso de trabajo. 14 horas en un día son muchas. (me pasó el martes y es verdad).
- Estructura tu jornada. (horario, tramos, mini-descansos, etc...) 
- Genera hábitos. (Ducha diaria, vestirse de calle (no pijama))
- Crea dos sesiones en el ordenador (trabajo y personal) dividiendo cuentas de correo, redes sociales, etc...




Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: TELETRABAJO. EXPERIENCIA PILOTO



Nota: Y si no te va el tema de la soledad busca un local de coworking. Vaya, que no existen en tu localidad; me parece que acabas de encontrar una idea de emprendimiento que complemetaría tu trabajo actual, así que no dejes pasar la oportunidad.

domingo, 19 de abril de 2015

DEL "YO" AL "NOSOTROS". CUESTIÓN DE LIDERAZGO.

“Podemos juzgar fácilmente el carácter de un hombre 
fijándonos en la forma en que trata 
a quienes no pueden hacer nada por él”. 


Goethe. 
Poeta, novelista, 
dramaturgo y científico Alemán.




Poco a poco, semana a semana, vamos adentrándonos en el segundo trimestre y los problemas de antaño se convierten en sueños lejanos, y ahora toca trabajar para conseguir que los plazos se cumplan, que los costes sean tan ajustados como lo previsto y que no se cometan errores ni descuidos en otras áreas de la empresa para que todo los proyectos vayan cuadrando. Una vez pasado el huracán y que se comienza a reconstruir la organización se debe iniciar un proceso no solo de pensar en el presente, sino trabajar para el futuro.

Y hablando de futuro, el miércoles un amigo me pidió que comiera con uno de sus gerentes de zona, el cual podía tener cabida como socio de en un proyecto nuevo y estaba interesado en mi opinión.

Sin problema alguno allí me presenté y no me fue mal hasta el primer plato, no. Bueno, fueron unos entrantes y se ve que tenía hambre porque el señor, por decir algo no se desnudó (en el sentido figurado de la palabra, por Dios) hasta el momento que llegaron los segundos. 

No describiré todo lo que tuve que aguantar pero el "Yo" he contratado, "Yo" hice, "Yo" he conseguido, "Yo" les controlo, "Yo" les vigilo, "como dice el jefe, no te puedes fiar de la gente..." Se me repitió toda la noche de una forma similar a lo que ocurría el primer día de vendimia (soñando con uvas)  cuando tocaba llevar de espuerta a tu hermano mayor y tenía el recado de padre de que te metiera en cintura. La verdad, cuando la gente trabaja bajo presión como responsable de un equipo, y además no está preparada para ello, sólo provoca un autoritarismo que en el medio plazo lo dejará sólo.

No dudé en llamar a mi amigo esa misma tarde. Sobre todo, para que no se me fuera disipando el enfado antes de cumplir con mi tarea. Y sin dilación le dije que no sólo no creo que le fuera de ayuda en su nuevo proyecto, sino que si yo fuera él, sin dilación le iría buscando un recambio en su actividad actual. Seguro, le dije, que no tenía nadie a su cargo que le quisiera ayudar en momentos de necesidad, y sobre todo, si la zona que dirigía iba bien era gracias a que tenía a su cargo personal muy valioso y fiel a la empresa, demostrándolo el hecho de no haberse alejado de semejante "caporal".

Y es que en este tiempo y el que nos viene no debemos centrarnos en formar y contratar directivos, sino líderes. Líderes que antepongan las necesidades de los suyos a las propias, conociendo a sus empleados y siendo muy conscientes de que los miembros de su equipo son el recurso más valioso y menos repetible de todos los  que tiene. Deben de poseer una gran empatía, considerando a los pupilos como personas. Deben ofrecer ayuda desde lo alto del organigrama a los profesionales que ejecutan en tierra firme los productos o servicios haciendo que éstos lleguen a clientes que campan satisfechos y pagan/repiten/pagan...

Pero no puede ser líder el que cosecha rencor, malicia, competitividad entre los miembros de su equipo, desconfianza; esta forma de gestionar un equipo genera que las personas deben consumir energías en protegerse de los peligros internos, con lo que debilita y hace muy vulnerable a la organización.

El trabajo se resume en intentar crear un sentimiento plural de identidad, o sea, pasar del "yo" al "nosotros".

Creando un círculo de seguridad, el líder permite que los empleados se orienten y enfoquen a proteger a la empresa de los peligros exteriores, gracias al grado de cohesión de todos los trabajadores y al equilibrio justo entre esfuerzo y recompensa recibida. También es requisito indispensable que el personal vea al líder dispuesto a sacrificar tiempo y energía para que ellos, como conjunto a veces, otras de manera individual, triunfen. Eso es un pasaporte al liderazgo eterno, ¿verdad? Yo diría qué de esta manera se gana la confianza y provoca que sean fieles y obedientes cuando las circunstancias lo requieran.

¡Qué difícil se esta poniendo esto de colaborar, sufrir por otros y dedicarles tiempo y energía en esta época de total COMPETITIVIDAD!

Pasar del "yo" al "nosotros".


Termino con cinco pequeñas/grandes reglas que nos ayudarán a mejorar en este intento de liderar personas, y no números:

1) La avaricia a largo plazo. Ayude a los que no le reportarán nada en el corto plazo ganándose la lealtad y confianza para el largo camino restante.

2)  No olvide nunca que como sea el líder, será la cultura de su empresa. Se deben compartir las decisiones, aunque no se deleguen. Deje de dar ordenes y consiga que sus empleados dejen de cubrirse las espaldas.

3) Sea íntegro y coherente entre palabras y actos. Con sinceridad cuando existan desavenencias se labrarán relaciones de confianza. No lidere desde la verdad absoluta y provocando que el resto nos diga lo que queremos oír, sino escuchando lo que necesitamos de forma humilde.


4) Trabaje la amistad. Baje al ruedo y pase tiempo con las personas, que sientan que no tienen un jefe, sino un padre que cuida de su bienestar e incluso está dispuesto a sacrificarse por ellos, para que prosperen.

5) Y por último, como resumen de todo lo visto, dirija personas, no números.






Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD



Nota: Todos somos líderes como padres, amigos, familiares, espos@s y debemos intentar acercarnos a estas minireglas, porque como dijo John Quincey Adams, “Si tus actos inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser más, es que eres un líder”.

sábado, 11 de abril de 2015

ANTE EL ESTRÉS, UN POQUITO DE MINDFULNESS

"A veces no es posible estar alegres,
pero siempre podemos estar en paz"

Anónimo.

Cuando hace aproximadamente un mes, mi antiguo jefe me indicó que, si era posible, tendría que echarle una mano para estudiar en detalle la situación de una organización cercana a nuestro conglomerado no podía imaginar cuanto crecimiento personal me aportaría esta valiosa experiencia.

Y todo llega, sí. Ahí estaba yo el pasado lunes de Pascua, a las 7 de la mañana camino de la fábrica elegida para el chequeo del doctor Sánchez con un acompañante de lujo que haría el viaje ameno y enriquecedor.

Ni que decir tiene que había aceptado el encargo por amistad, responsabilidad y por qué no decirlo, era un reto personal que había asumido cómo obligatorio a afrontar en este momento de mi vida profesional.

El proyecto no era sencillo, ya que se debía de realizar un diagnóstico actual del estado de la empresa, a base de chequear cada parte de la misma. Cada departamento, cada responsable, cada alma...

Además, era vital intentar definir no sólo el estado técnico del asunto, sino la potencia de transferencia de ilusión que cada componente desprendía hacia su equipo, incluido el máximo responsable. Y es que no es sencillo mantener la motivación a un gran nivel independientemente de la situación de la empresa, su posición en el mercado e incluso su momento en el ciclo de vida de la misma (nacimiento, crecimiento, madurez).

Pero no debemos olvidar que todos, en la vida, nos enfrentamos a momentos duros, difíciles, con grandes problemas y obstáculos. Y en esos momentos debemos dar nuestro mejor para conseguir un esfuerzo que nos asegure la supervivencia. Esa supervivencia que tiene mucho que ver con la capacidad de resolver problemas, tomar decisiones, afrontar obstáculos y aprender de los errores. 

En esto punto, he de indicar que la empresa que me encontré goza de buena salud económica, con una gran cartera de pedidos pendiente de servir, por lo que el problema grave inicial que suele repetirse en muchos de los sectores económicos de nuestro país en nuestra época estaba totalmente salvado (me refiero a la floja demanda y ausencia de pedidos). Pero podríamos decir que una angustia o ansiedad se presentaba en algunos departamentos, habiendo bloqueado las posibles soluciones a cumplir con entregas y algunos requerimientos y especificaciones de los clientes.

Era como si se sintieran enanos ante la avalancha de pedidos (problemas para algunos) que gracias a Dios les habían llegado desde diferentes clientes y áreas geográficas.

En ese momento tuve claro que tocaba trabajar con todos y cada uno para que se enfocaran en lo que querían/tenían que conseguir y no en lo que temían.

O sea, tocaba reinventarse.

Es muy normal que, cuando las cosas nos van mal, tendamos a buscar culpables y soluciones fuera de nosotros, pero la vida nos da lecciones para que aprendamos y podamos desplegar todo nuestro gran potencial que resulta en los momentos más críticos. 

Debemos aceptar la realidad, no resignarnos ante la misma y siempre impulsarnos hacia la acción, tomando responsablemente la batuta de nuestro sino y la total conciencia de que nosotros, y no otros, somos totalmente capaces de dar una respuesta a lo que nos está sucediendo. Y por ello me decanté porque entendieran que tenían que dejar de adoptar el papel de víctimas, eran unos privilegiados con la situación que estaban viviendo y en lugar de perder un tiempo valioso, dedicando energía a la búsqueda de culpables deberían de tomar responsabilidad y dar una respuesta  firme y profesional a los problemas que les acuciaban. Deberían dejar atrás emociones como la ansiedad, el miedo o la desesperanza, no permitiendo que la mente enjuiciadora les acribillara con subjetivas valoraciones impidiendo el correcto análisis y la exploración de su verdadero punto de partida. Debían evitar el estrés, y si hubiera tenido que de forma personal darles una pequeña receta, no dudéis que le hubiera recomendado unas dosis de "mindfulness". Esto último les ayudaría a relajar a la organización, permitiendo desde la paz que esta práctica infunde sacar adelante un proyecto muy vivo y con unos grandes retos muy posibles de conseguir.

Y algo así es lo que se debe de hacer para relajar una organización al completo. Se debe tomar conciencia del presente y lanzarse a mejorar de forma organizada y en conjunto el futuro, a través como siempre, del impulso de la alta dirección.






Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: MINDFULNESS


Nota: No sólo hay que valer para apartarse del área de confort, sino que se debe ser muy valiente para seguir avanzando incluso en medio de la confusión, a veces en la total oscuridad. Es esencial tener confianza y saber que algo muy valioso está aflorando dentro de nosotros, incluso aunque no lo veamos...

sábado, 4 de abril de 2015

ENSAYA HASTA QUE PAREZCA IMPROVISADO


"El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: 
una para ensayar y otra para actuar"


Vittorio Gassman
Actor y Director italiano




Nada que objetar a una Semana Santa, a completar con el Domingo de Resurrección, que Dios mediante nos espera en el día de mañana. Ha sido un periodo vacacional (para algunos total, para otros al menos a partir del Jueves Santo) que ha permitido por clima que todo el mundo disfrutara del mismo según los planes. A unos les ha dado nieve para esquiar, a otros playa o montaña para descansar y a los hermanos cofrades calle y estaciones de penitencia para acompañar a su Señor en el camino hacia el Calvario.






Mañana se acaba para casi todos, alargando el lunes alguna que otra comunidad, pero siempre nos quedará un gran sabor de boca de esta Semana Santa del 2015.

Adentrándonos en el mundillo de las cofradías, las mismas tienen que tener diseñado un organigrama que permite organizar todo lo que conlleva el año cofrade y que se convierte en público hacia el resto de los mortales cuando salen a procesionar a la hora y día prevista en su estación de penitencia. 

Penitentes, capataces, costaleros, músicos, organizadores de tramo... 

Todos han aceptado su rol y están dispuestos a dar su mejor, dirigiendo o siendo dirigidos según les toca para que la estación sea calificada con nota por un pueblo que aunque dirige sus elogios al Señor y a su Santa Madre no dudarán de lanzar la crítica como látigo en el momento que se cometa cualquier mínimo desliz. Por esto, nada debe de dejarse al azar y la estructura debe de funcionar como un reloj. Por mi parte creo que tenemos mucho que aprender de estas organizaciones en nuestras empresas ya que no sólo se coordina el trabajo de una forma totalmente técnica, sino que se le adereza con mucha pasión/amor, resultando un engranaje perfecto a la hora de la ejecución.

Y así se vislumbró desde fuera, como mero espectador en todas y cada una de las procesiones que pudimos ver durante las diferentes jornadas. 

Al hilo, destacar una charla que tuvimos con unos grandes amigos miembros de una cofradía local, los cuales, en una de las constructivas etapas de la conversación de la mañana, nos decían que habían tenido algún problema minutos antes de la salida de su cofradía para la realización del itinerario previsto. Uno de los técnicos encargados del sonido, mediante el cual es posible que al pueblo le llegue alto y claro cada una de las estaciones del Via crucis, había pasado un día completo muy enfermo y no podría asistir al acto penitencial. Todo hubiera sido pánico y estrés, a no ser porque siempre, sobre todo en los recursos y actividades claves, debe de haber previsto un plan con personas previamente adiestradas para solventar estas situaciones. Y era el caso; ya habían estado en años anteriores dos personas como adjuntas al titular, que habían observado desde la posición de ayudantes cómo y dónde se debían de activar los diferentes utillajes para que el proceso fluyera como debiere.

La norma de la cofradía es, no sólo para los hermanos costaleros, no sólo para esos músicos que deben de fusionar sus marchas con el paso del Misterio o el Palio, según toque, sino para todos los hermanos cofrades, que por distintos, no dejan de ser muy importantes (como en todas las organizaciones, aunque no nos lo creamos):

ENSAYA, ENSAYA HASTA QUE PAREZCA IMPROVISADO

Y este os lo que hizo que todo saliera perfecto: 

el sonido, 

                 la claridad, 

                                       el orden, 

                                                         la elegancia...

Todo lo comentado siempre será posible gracias, no a lo parte innata de la humanidad, sino a los ensayos y entrenos necesarios para controlar cada una de las funciones o actividades que nos encomiendan, debiendo de estar preparados como indicaba con anterioridad, incluso con recursos recurrentes si la actividad pasa de ser secundaria a "clave o vital" para nuestro negocio.





Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo en las diferentes reuniones desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: LE CONCERT


Nota: El mensaje queda claro y alto. No seremos grandes pintores, músicos, soldadores, electricistas, maestros, ingenieros, carpinteros, albañiles o administrativos sin dedicarle muchas horas al ensayo. Es fundamental, y ¿cuando lo podremos dejar? Creo que nunca, pero siguiendo las palabras de un sabio y amigo directivo sólo lo permitiría "cuando nuestro trabajo pareciera improvisado". Ah, y ponerle mucho Amor, por supuesto.